Las medidas para atenuar los efectos provocados por la circulación del SARS-Cov-2 a nivel mundial resintió la actividad económica global. Argentina no es ajena a esta situación y, según la CEPAL, se espera una contracción del PBI en torno al 6,5% para 2020. La caída de la demanda de energía provocada por la reducción de la actividad amenaza gran parte de los proyectos de inversión en Vaca Muerta. El gas se encontraba en una situación delicada y eso se reflejó en los datos correspondientes a marzo. Previo a los efectos de la pandemia la extracción había declinado ya un 12,4% respecto al punto máximo alcanzado en julio y agosto de 2019, y era un 2,1% menor que un año atrás.
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